Hace unos meses terminé un trabajo que venía haciendo entre etapas de actividad en muchos frentes, revisar y preparar para publicación los primeros cuentos que escribí y saqué a la luz hace más de una década. Los publiqué entonces bajo el título de Morirsoñando: Cuentos agridulces, 1998-2005, indicando que reunía los relatos que sobrevivieron a esos años. Pero esta vez se me ocurrió que, además de revisarlos, debía expandir el período de esa publicación para cubrir mi primera década de ficciones. Así lo hice. He aquí, entonces, el libro revisado y expandido: Morirsoñando: Cuentos agridulces, 1998-2008. Incluye los cuentos que mis primeros amigos de lectura conocieron de mi parte, más otros cuantos cuentos que formaron parte del mismo período. El libro está publicado y circulando, en versiones digital y de papel, hace unos meses, reemplazando los enlaces para la edición anterior que se había agotado, pero justo cuando terminé la tarea de darlo a luz mis ocupaciones laborales me obligaron a olvidarme de él y no hice nada para anunciarlo, excepto poner en mis páginas los enlaces actualizados. Este es un simple anuncio. No me voy a ocupar de decir mucho de mis propios intentos de escritura, considerando que la subjetividad nublaría mi razón, pero puedo compartirles que me alegra soltar estos cuentos otra vez al aire y que mi experiencia inicial con ellos ha sido muy satisfactoria. He recibido noticia de lectores de la primera edición en distintos lugares del planeta que gracias a las redes (tanto de relaciones…
3 comentariosAño: 2018
Enterarse de las noticias en estos tiempos de fake news es un reto, incluso para los que laboramos en los medios informativos, pero el verdadero periodismo es todavía más necesario en una época en que la desinformación no es solamente una estrategia electoral sino también el pan de cada día. Quien no sabe lo que sucede se deba llevar como vaca al matadero, y lamentablemente los mataderos están repletos de víctimas voluntarias. ¿Que no le interesa la política, dice usted? Eso puede ser cierto, pero no significa que la política no esté interesada en usted. Las acciones de quienes alcanzan el poder no van a dejar de afectar a quienes las ignoran. Ahora, este asunto de las noticias falsas no es nada nuevo. Estamos hablando de propaganda, aunque se le designe con otro nombre y ahora existan medios más engañosos para propagarla. Los regímenes de todo tipo han hecho uso de la desinformación a través de los siglos para tergiversar, acusar, dividir, confundir y manipular. Los resultados han sido sociedades opresivas en las que el respeto a los derechos humanos no es prioridad. Nos concierne a todos, aunque sea por razones egoístas, saber lo que sucede en el mundo. No es fácil enterarse bien de lo que pasa. Hay que saber reconocer una verdadera noticia (y los elementos que la conforman) para que no nos den gato por liebre. Que algo aparezca en internet en una página cualquiera no le da validez. Hay que preguntarse: ¿cuál es la fuente de…
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