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Categoría: gnosticismo

El cristianismo no es lo que parece

Los noticieros del mundo amplificaron hoy el anuncio de la traducción del Evangelio de Judas, un documento antiguo que estuvo en manos de coleccionistas. La causa de alarma es que este escrito apócrifo —que no debería significar “falso” sino “secreto”— presenta una versión distinta del drama cristiano: una en la que Judas no es traidor, sino tal vez el discípulo más comprometido — porque desempeña un papel crucial y acordado para que se cumpla lo que se tiene que cumplir en la inmolación del Mesías. Esto no es nada nuevo. Hace décadas que existe una nutrida colección de evangelios apócrifos que se descubrieron en Nag Hammadi y presentaron al movimiento cristiano primitivo a través de los evangelios secretos de Tomás, Juan, e incluso María Magdalena. Se sabía que el de Judas existía. Ese era el gnosticismo de la era formativa del cristianismo, un misticismo de diversas visiones que en última instancia enfatizaba el derecho del ser humano a experimentar la verdad divina en sí mismo. En el campo del ensayo existe un libro mayormente desconocido, del escritor dominicano Juan Bosch, que me pareció brillante en su tiempo. Se titula «Judas Iscariote, el calumniado», donde Bosch presenta una trama alternativa del discípulo que las iglesias aprendieron a odiar. Allí decía Bosch que “el amor une, pero no fanatiza; lo que fanatiza es el odio”. Asunto para reflexionar. ¿Y qué tal la interpretación literaria (y visionaria) que ofrecía el novelista Nikos Kazantzakis en su obra «La última tentación de Cristo», que se…

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